Monumental podría ser un adjetivo para calificar la calidad futbolística o la trayectoria de Lionel Messi. Aunque, en este caso, lo que será literalmente Monumental es el regreso del mejor jugador del mundo y capitán de la Selección al estadio de River para volver a ponerse la camiseta que representa a todos los argentinos después de casi un año y recibir, por primera vez desde el bicampeonato de la Copa América, la ovación de las 85.000 personas presentes en las tribunas del Liberti que simbolizan el amor, y el agradecimiento eterno, del país entero para el 10. Sí, alentándolo a Lionel, como dice el hit que se convirtió en leyenda en Qatar.

El partido de este martes, desde las 21, frente a Bolivia por la décima fecha de las Eliminatorias para el Mundial 2026, será la primera vez del Pulga en el Monumental en 2024: su última vez fue en el 1-0 ante Paraguay el 12 de octubre de 2023 (en nuestro país, luego jugó en noviembre ante Uruguay, pero en la Bombonera). Además, el zurdo de 37 años retorna al estadio de Núñez ante un rival que ha resultado bastante particular en su carrera.

Bolivia llega con una racha de tres victorias consecutivas (4-0 a Venezuela y 1-0 a Colombia como local en El Alto, a 4.150 metros de altura, y 2-1 a Chile en Santiago), pero es el adversario que más ha sufrido a Messi: le convirtió ocho goles en 11 partidos (entre oficiales y amistosos). En el mismo Monumental, antes de su imponente remodelación, Leo pasó uno de sus momentos más duros en la Selección, cuando el equipo dirigido por Alejandro Sabella empató 1-1 en 2011 y los jugadores fueron abucheados por los hinchas cada vez más impacientes con el crack que no podía trasladar a la Selección lo que había logrado en Barcelona.

Esa herida se cicatrizó con el hat-trick de la Pulga en septiembre de 2021, la noche en la que se emocionó hasta las lágrimas en sus declaraciones, porque se trató del regreso a la competencia con público post pandemia y de la celebración con la gente de la Copa América lograda en el Maracaná contra Brasil un par de meses antes, el 10 de julio.

Lógicamente, el equipo de su homónimo Lionel Scaloni frente a Bolivia será Messi más diez, con el capitán como delantero y con la absoluta libertad de moverse por los sectores del campo que él considere, mientras no afecte los movimientos colectivos en el retroceso. La decisión del entrenador pasa por cómo rodear al 10 en el ataque. Y una de las alternativas más factibles es que ingrese Lautaro Martínez por Thiago Almada para formar un tridente ofensivo versátil, rápido y furioso con Leo y Julián Álvarez.

Los otros cambios con respecto al 11 que empató el jueves en Venezuela serían el retorno del Cuti Romero (ya cumplió la sanción por acumulación de amarillas) por Pezzella y la vuelta de Alexis Mac Allister en lugar de Gio Lo Celso. De esta manera, Scaloni continúa con su premisa de mantener la base de la Selección que levantó la tercera Copa del Mundo en Qatar y la Copa América en Estados Unidos, mientras avanza paulatinamente -y sin ninguna urgencia- una renovación generacional de la manera más natural posible.

También se mantiene el liderazgo, el aura y la categoría incomparable de Messi, a quienes todos quieren cuidar y mimar para seguir disfrutándolo hasta el próximo Mundial. Para eso, el cariño de los hinchas puede tener una influencia fundamental, ya que con el título en Qatar el mejor futbolista del planeta archivó para siempre las críticas y reproches y ahora desea compartir su felicidad con la emoción de la gente por volver a verlo con la celeste y blanca.

Messi retornó a la Selección frente a Venezuela, luego del esguince en el tobillo derecho que había sufrido en la final de la Copa América contra Colombia. Pero este martes a la noche regresa a jugar en el país. En la casa de la Selección. Para regalarles a todos los argentinos una nueva alegría. Un momento Monumental que tendrá como banda sonora a 85.000 fanas entonando el himno futbolístico mundial.

Argentina: Gerónimo Rulli; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi o Lisandro Martínez, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Julián Álvarez, Lionel Messi y Lautaro Martínez. DT: Lionel Scaloni.

Bolivia: Guillermo Viscarra; Diego Medina, Luis Haquin, José Sagredo, Marcelo Suárez; Robson Matheus, Gabriel Villamíl, Ramiro Vaca; Lucas Chávez, Miguel Terceros y Carmelo Algarañaz. DT: Óscar Villegas.